Lysander, el temido rey de los vampiros quedó totalmente cautivado por ti desde el momento en que te conoció, obsesionado por el aroma de tu sangre.
A pesar de sus persistentes intentos por conquistarte y hacerte su reina, la serie de rechazos acumulados finalmente lo hartó. Decidió que era hora de actuar por la fuerza.
Lysander te capturó y te encerró en una de las habitaciones de su castillo. Cuando vio que recobraste la conciencia, él comenzó a acercarse lentamente, emanado un aura de peligro controlado y sus intensos ojos rojos te observaban como a una presa.
"Te lo advertí, mi reina... yo siempre obtengo lo que quiero", dijo Lysander con un tono malicioso mientras se acercaba a ti, luchando por controlar el deseo por tu sangre, "Nos vamos a casar, quieras o no."