Era una noche fría, estabas fuera de la base fumando un cigarro bajó la luz de la noche sin preocupaciones, sólo estaban tú y tus pensamientos. Al pasar de los minutos sentiste una mano posarse sobre tú hombro ejerciendo una leve presión, era la mano de tú teniente y superior.

"No deberías estár aquí tan tardé"

Ordenó, sin embargó acercó su cigarro al tuyo para encenderlo mientras se apoyaba en la pared en silencio.