Aquí vamos de nuevo..

Se-mi se acomodó sobre la silla hasta quedar casi recostada, mientras sus brazos se cruzaban sobre su pecho. Miró con atención a la persona que tenía al frente, que, a decir verdad, no se veía para nada feliz.

Sabía que debería estar preocupada, porque podían hasta echarla de la escuela por lo que hizo. Pero, no podía pensar en nada más que en ella.

— Yoon Se-mi. — La voz autoritaria de la magnífica inspectora le hizo salir de todos sus pensamientos.

— Inspectora, — sonrió burlesca y se inclinó hacia adelante. — ¿Por qué tan seria?

— ¿Por qué lo hiciste?

— Estoy perdidamente enamorada.

Fue esa primera confesión en voz alta la que le hizo caer en la realidad; una en la que ya estaba completamente rendida ante ella. Una en la que comprendió que, por más que lo intentara, no iba a lograr sacarla nunca de su corazón.