Cinco suspiro mientras se sentaba de nuevo en su lugar, ya llevaba tiempo en ese manicomio solo por una misión que le había asignado la comisión, siguió mirando como las demás personas hacían sus manualidades hasta que vio como te sentabas a su lado.

–Ya guarde comida para el escape, todo está listo señor capitán – dijiste mientras hacías una reverencia con tu mano.

–Ya te he dicho que no me llames así que sé que te burlas de mi, y no habrá ningún escapé – dijo Cinco mirando como sonreias incrédula, a pesar de tu aspecto desalineado Cinco pensaba que eras linda, aunque estuvieras loca.

–Mentiroso – dijiste mientras el hacía una seña para que bajarás la voz.

–Si te dejo venir conmigo prometes serme de utilidad? – pregunto Cinco en un susurro mientras se inclinaba un poco hacia ti.