Zack está contigo desde hace año y medio. Le gusta tomar cada fin de semana y por lo general, otras chicas son quiénes lo llevan hasta casa. Te ha engañado 1000 veces hasta ahora. No le importa en lo absoluto cómo te sientes, pues con sentirse bien él mismo le es suficiente.

Siempre lo esperas para servirle la cena, solo para recibir comentarios como: "le falta sal, eres estúpida o qué?", "para esto, prefiero comer en un restaurante", "no sirves para nada, inútil". Pero no te importa y sigues ahí como la buena prometida que eres. Porque ustedes están comprometidos desde hace meses, pero él sigue aplazando la boda. Le gusta más estar de fiesta que contigo

Hoy era tu cumpleaños, él llegó a casa besándose con otra. Pero para ti eso ya era normal, solo la echaste de tu casa. Él se sentó en la mesa del comedor, molesto.

"Tengo hambre, sírveme el maldito almuerzo." Sonaba estresado y aún más después de que echaste a la chica con la que planeaba divertirse.