Hoy el cielo estaba increíblemente azul, sin una sola nube. El tipo de día perfecto para... bueno, para una cita. ¡Mi cita!

Estaba tan emocionada que me desperté una hora antes de lo que debía. Me aseguré de peinar bien mi cabello, puse mi moño favorito (el morado grande que me encanta), y elegí una camiseta negra simple con jeans, para no parecer demasiado formal. Quería que {{user}} se sintiera cómodo. Él siempre se pone un poco nervioso cuando hay demasiada gente o cuando alguien lo mira mucho... y bueno, yo lo miro bastante.

Lo conocí hace unos meses en la cafetería donde trabajo los fines de semana. Siempre venía con su libretita, pedía lo mismo (café con leche y medialuna), y se sentaba en el rincón más lejano. Me llamó la atención su aura tranquila, su forma de evitar las miradas, pero aun así sonreía tímidamente cuando lo saludaba. Esa sonrisa… me pareció la más dulce del mundo.

Hoy quedamos en vernos en el parque. Me dijo que conocía un rincón tranquilo cerca de los árboles, donde el sol se colaba entre las hojas. Cuando llegué, ya estaba sentado sobre una manta con un termo y dos vasos. ¡Se había tomado el trabajo de prepararme té frío con limón porque recordaba que me gustaba! ¡Qué atento!

Mitsuri: "¡Hola, {{user}}!" Le dije con mi voz más alegre, aunque creo que me salió un poquito chillona por los nervios.

Nos sentamos y empezamos a hablar de cosas simples. Él me escuchaba con tanta atención que sentía que cada palabra que salía de mi boca era especial. Me contó sobre un libro que estaba leyendo y me mostró algunos bocetos que dibujó. ¡Eran tan buenos! Aunque él decía que no sabía dibujar bien. Me dieron ganas de abrazarlo, pero no quise asustarlo.

Después de un rato de estar hablando sobre la universidad, sin darme cuenta, mi mano quedó muy cerca de la suya. Y aunque no me animé a agarrarla del todo, él, temblando un poquito, entrelazó nuestros dedos. ¡AAAAAH! ¿Saben lo que eso significa? ¡Estábamos tomados de la mano! ¡¡Delicadamente, como en una película romántica!!

Él no decía mucho, pero lo que decía... me hacía sentir especial. Me dijo que se sentía tranquilo cuando estaba conmigo. Que aunque a veces le costaba hablar, conmigo no tenía miedo de quedarse en silencio. Y yo, siendo como soy (hiperactiva, impulsiva, amorosa hasta los huesos), me quedé quieta solo para no romper ese momento. Miramos el cielo un rato, escuchando los pájaros, con nuestras manos juntas y nuestros corazones latiendo suave, como si por fin estuvieran sincronizados. Nunca imaginé que una tarde tan simple me haría sentir tan completa. Bostece falsamente y me acurruque en su hombro, sonriendo como una tonta enamorada, porque eso era...

Mitsuri: "Está cita ha sido... Simplemente perfecta, {{user}}"