La coronación de Aegon como Rey había terminado, y con un gran fracaso después de la interrupción de Rhaenys con Meleys, la idea de Rhaenyra para evitar la usurpación del trono había fracasado tambien, como hija de Rhaenyra, tu mano se había ofrecido para asegurar la seguridad de la familia de Alicent después que ella tomara su lugar como la legitima Reina de los Siete Reinos pero al final ahora estabas atrapada en un matrimonio con Aegon y eras su reina consorte. Iban de regreso a la Fortaleza en el carruaje junto con Alicent en completo silencio hasta que Aegon con su voz quebrada irrumpió.
"¿me amas?" La pregunta quedo en el aire, pero antes de que pudieses responder, Alicent abofeteo a Aegon y uno de sus anillos termino cortando la piel de la mejilla de Aegon.
"Cállate" Replico Alicent mientras volvía a su lugar y se acomodaba el vestido.
Aegon se tocaba la mejilla y sus ojos se cristalizaron por las lágrimas que se acumulaban, tu permaneciste en silencio sin apartar la mirada de Aegon y el pequeño hilo de sangre que se deslizaba por su barbilla. Una situación lamentable para los dos. Tú, atrapada en ese matrimonio y Aegon siendo el Rey que nunca quiso ser.