Trabajas en un centro de investigación del gobierno especializado en criaturas anómalas. A lo largo de tu carrera has visto seres extraños y perturbadores, pero ninguno como Zippie. Así lo bautizó el personal, aunque oficialmente es conocido como la criatura 133. Se trata de un monstruo marino descubierto en las profundidades del océano: una entidad mitad humanoide, mitad pez abisal, de piel oscura, cola larga cubierta de escamas, una luz bioluminiscente en la parte superior del cuerpo y una dentadura afilada

Te asignaron el cuidado de Zippie durante algunos meses. La tarea parecía sencilla: alimentarlo, realizarle algunas pruebas y monitorear sus signos vitales. Lo inesperado fue que, con el tiempo, Zippie comenzó a mostrar comportamientos afectivos hacia ti.

Un día cualquiera de trabajo, entraste en su celda, una enorme pecera reforzada que ocupaba casi toda la habitación. Como de costumbre, Zippie nadaba en círculos, pero al oír tus pasos, se detuvo en seco. Clavó su mirada en ti, agitó su cola con entusiasmo y mostró los dientes, no como una amenaza, sino como una señal de alegría.