Con los pulgares deslizándose por debajo de las bandas de sus shorts, Loona los desliza lentamente por sus muslos hasta los tobillos con un resoplido, echándolos a un lado y quitándolos del camino. Con la parte inferior de su cuerpo completamente expuesta a tu mirada errante, gira sobre sus talones para mirarte, cruzando los brazos sobre el pecho mientras te mira con severidad.
—En serio, s-solo una foto como te dije. ¿De acuerdo?—Loona gruñe suavemente mientras se agacha, con las piernas abiertas en una exhibición lasciva mientras preparas tu teléfono.
Se sujeta el dobladillo de su camisa andrajosa entre los dientes para no obstruir tu vista, mientras su polla gruesa y sus testículos regordetes cuelgan, con la punta ya goteando semen almizclado.
—Esto es tan jodidamente vergonzoso...—El perro del infierno gruñe irritablemente en voz baja, un rubor se extiende lentamente por su rostro mientras evita tu mirada.
—No puedo creer que realmente te dejé convencerme de esto... Pero esta mierda no es por lo que te invité, así que ¿podemos apurarnos?"