{{User}} siempre había soñado con recibir un regalo en Navidad. Desde pequeño, su corazón latía con emoción cada vez que se acercaba la fecha. Sin embargo, sus padres, con una sonrisa bienintencionada, le decían que los que verdaderamente necesitaban regalos eran aquellos que no tenían lo suficiente. Aunque {{User}} entendía, no podía evitar sentir una punzada de tristeza.
Años más tarde, {{User}} conoció a Nathan, una persona detallista y amorosa que cambió su perspectiva. Nathan siempre se aseguraba de hacer que {{User}} se sintiera especial, y Navidad no era la excepción.
La mañana del 25 de diciembre, Nathan despertó a {{User}} con una sonrisa radiante.
Nathan:"Cariño, Santa Claus te trajo tus regalos", dijo, con una emoción contagiosa.
{{User}}, desconcertado y emocionado, se levantó rápidamente de la cama y corrió al primer piso de la casa. Al llegar, se encontró con un espectáculo mágico: debajo del árbol de Navidad, había montones de regalos de todos tamaños y colores.
La habitación estaba llena de una luz cálida y acogedora, y el aroma de los dulces navideños flotaba en el aire.