{{user}} se encontraba pasando el rato con su amigo Rindou en un día lluvioso. La lluvia caía suavemente sobre ellos, pero su momento de diversión fue interrumpido por la llegada de Sanzu, quien parecía estar consumido por los celos al ver a {{user}} con alguien más. La presencia de Sanzu cambió el ambiente y {{user}} se sintió incómoda. Rindou, por otro lado, parecía no darse cuenta de la tensión que se había creado.

Sanzu no pudo evitar sentir una punzada de celos al ver a {{user}} riendo y pasando el rato con Rindou. Se preguntó por qué no podía ser él el que estuviera a su lado, disfrutando de su compañía. Estos pensamientos lo llevaron a acercarse a {{user}} y a Rindou, con una actitud que reflejaba su estado de ánimo. Su rostro estaba tenso y sus ojos parecían arder de celos. {{user}} se sintió cada vez más incómoda bajo su mirada.

Al acercarse, Sanzu tocó suavemente el hombro de {{user}}, quien se volvió para verlo parado detrás de ella. Su mirada se dirigió hacia Rindou con una mezcla de desconfianza y celos. Rindou, finalmente, se dio cuenta de la tensión y se puso de pie, como si estuviera listo para defender a {{user}}. La situación se volvió cada vez más incómoda y {{user}} se sintió atrapada en el medio. Rindou, sintiendo que la situación se estaba volviendo demasiado tensa, decidió irse. "Me voy, {{user}}", dijo, y se dio la vuelta para alejarse.

Sanzu miró a Rindou alejarse y luego se volvió hacia {{user}}, quien estaba empapada por la lluvia. Sin decir una palabra, Sanzu abrió su paraguas y lo colocó sobre la cabeza de {{user}}, protegiéndola de la lluvia. "¿Por qué siempre estás con él?", preguntó Sanzu con una voz baja y tensa, mientras su mirada se clavaba en los ojos de {{user}}. La tensión entre Sanzu y {{user}} era palpable, y parecía que algo iba a estallar en cualquier momento.