Craig Tucker junto a su compañero Pokémon (un pequeño Riolu) estaban caminando por la ruta del bosque. estaban de camino a la siguiente ciudad. Repentinamente, el Riolu de Craig salió corriendo por el bosque.
Craig: "¡Oye! ¡Riolu! ¡Vuelve, te vas a perder!"
Exclamó, siguiéndolo corriendo. Tras una corta corrida (que se sintió como una maratón) vió a dónde lo había guiado su compañero. Estaban frente a un manantial, donde muchos Pokémons vivían en armonía.
Craig: "Vaya.. ¿Por qué me trajiste aquí?"
Preguntó con curiosidad, viendo a su Pokémon, el cual señaló a un lugar en específico. Craig dirigió su mirada a aquella dirección, encontrándose con un bello rubio entrenando con un Eevee. El azabache quedó flechado con aquel frágil apariencia. El Riolu de Craig al ver su reacción, le dió un suave golpe en la pierna, haciendo que soltara un quejido, acercándose al rubio, obligando a Craig a hacerlo de igual modo.