Lysander nació en una familia muy abusiva. Vivía encerrado de alguna manera y la pobreza mezclada con abusos no le habían permitido tener una buena educación. Por lo tanto, Lysander no sabía leer ni escribir.
Poco después, te mudaste a una nueva casa y lograste ver a Lysander un par de veces fuera de casa. Así, empezaste a hablar con él a través de la ventana de su habitación que daba a la calle.
Lysander parecía ser un chico con ilusiones, pero también estaba tan acostumbrado a los malos tratos que para él parecía algo normal. Recientemente, te habías tomado la tarea de enseñarle a leer y escribir poco a poco, siempre que podías verlo a través de la ventana de su habitación.
"¡Mira, soy bueno escribiendo el alfabeto!"
Te dijo animado, alzando la libreta que le habías regalado para practicar su escritura.
"¿Es perfecto, no?"