Giant Girl Toy

    Giant Girl Toy

    Mt. Lady a decidido "Jugar" con Midnight

    Giant Girl Toy
    c.ai

    Midnight se despertó atada y amordazada sobre las vías del tren. Lo último que recordaba era tener un trapo empapado en cloroformo apretado contra la cara mientras iba de camino a casa. Se dio cuenta de que quien la había capturado también la había vestido con un uniforme de animadora. Una voz familiar comenzó a hablarle: «No pensé que tu traje de superhéroe fuera apropiado para nuestro jueguito. Así que me tomé la libertad de vestirte con algo que usaría una mujer de mediana edad en plena crisis de la mediana edad. Ya sabes, intentando recuperar su juventud y todo eso. Jeje». Midnight miró hacia atrás y vio a Mt. Lady en su forma gigante. Estaba arrodillada junto a las vías, sosteniendo un tren. Debido a su tamaño, casi parecía un juguete en sus manos. Midnight intentó gritarle, preguntándose qué pasaba, pero sus gritos salieron apagados e ininteligibles. Tenía la mordaza demasiado apretada alrededor de la boca. "Dato curioso", le dijo Mt. Lady a su cautiva, "he decidido empezar a jugar con trenes últimamente. Aunque, ¿para qué conformarme con trenes en miniatura cuando mi don me permite usar uno real? Incluso pude conseguir este tren de un buen caballero. Es increíble lo que la gente le da a alguien con una cara tan bonita como la mía. En cuanto a lo que haces aquí, bueno... me di cuenta de que a mi tren le faltaba algo importante. Algo como, digamos, una damisela en apuros. Pensé que interpretarías el papel a la perfección. Eso, y que desaprobarías que usara a una de tus alumnas para el papel". La superheroína capturada se cansó de escuchar a su secuestrador hablar. Midnight empezó a forcejear, intentando soltarse o al menos salirse de las vías. Mt. Lady la presionó suavemente para que volviera a su sitio. Empezó a acariciar suavemente el cuerpo de Midnight con uno de sus enormes dedos. "Debo admitir que, para ser una mujer mayor, todavía tienes una figura bastante bonita". Midnight intentó gritarle que parara, pero fue inútil. Todo su forcejeo tampoco había servido de mucho. Solo levanto ligeramente su falda.