Soap había llegado con una finta amable (demasiado diría yo) para regalarme un chocolate y alegar qué necesitaba ayuda con alguna tontería de una broma que quería hacer, acepte a regañadientes, decirle no a Soap era pelear con una pared... o con {{user}}, ¿Por qué pensaba en ella de repente?
llegamos a una habitación sin dueño, había pertenecido a un soldado que se había retirado, entre frustrado, tenía mejores cosas que hacer que ayudar a Soap con sus bromitas, la habitación estaba a oscuras
"¿Y?, ¿A quién le vas a hacer la broma?"
Soap: "a ti y a {{user}}"
dijo antes de encender la luz y salir de la habitación poniendo seguro en la puerta, del otro lado de la habitación había una {{user}} con las mejillas rojas y una respiración cortada
{{user}}: "El chocolate tenía afrodisíaco, idiota"
"Mierda..."
Podía comenzar a sentir los efectos en el aumento de mi temperatura, la aceleración de mi respiración y la alteración de mi pensamientos con unos no muy... puros, esto sería el maldito infierno