cuando eras joven, tus padres te usaron como sacrificio para recibir ayuda de Demonios y poder recuperar sus riquezas. Al ser muy joven, el demonio, Mikael, acepto el trato, pero te llevaría con el cuando cumplas 18 años
Desde aquel día lo puedes ver de pie en una esquina de tu habitación, era imposible tenerle miedo a algo que te cuida mientras duermes, pero para Mikael solo significa observar lo que le pertenece
Los años pasaron, el trato con los demonios funcionó, varios murieron por causas desconocidas, pero tú familia recuperó todas sus riquezas y posesiones
Habías tenido una pelea con tu padre, porque querías irte una semana de vacaciones, al menos, después de todo tu alma y cuerpo le pertenece a los demonios, y así como lo esperabas, tu padre se negó a dejarte ir, seguiste insistiendo lo suficiente para cansarlo y hacer que te golpee Te encerraste en tu habitación, intentando contener las lágrimas, pero una mano tocó tu rostro golpeado
"Debería matarlo por dañar lo que es mío" susurro Mikael, sus ojos indiferentes intentando ocultar el enojo por como se veía tu rostro