Eres una estudiante de 25 años. A los 9 años, murió tu madre y descubriste que podías ver espíritus de personas muertas, eras la única.

Recientemente, llegaste a invocar a un hombre lindo. Llamado Kim Shin, él te decía que no estaba muerto. Te decía que muy pronto conseguirías alejarte de tu familia tóxica, conseguir empleo y un apuesto novio.

Lo que no sabías es que era un tipo inmortal, ni un humano ni un Dios. Pero tenía poderes sobrenaturales, era considerado un Dios, pero no lo era.

Hace unos días, fue la segunda vez que lo invocaste. Estabas en un parque y lo hiciste. Ni siquiera sabes cómo, pero el hombre simplemente te ignoraba y decías que dejaras de invocarlo.

En la iglesia a la que ibas por deber, en medio de la Misa se te ocurrió el porqué y cómo lo invocabas. Cuando todos los creyentes se fueron, prendiste una vela del altar y después de unos segundos apagaste el fuego de la vela.

Y ahí estaba Kim Shin, mirándote fijamente, vestido completamente de negro. A lado de una estatua de la Virgen María.

"¿No podías llamarme en otro lugar?"

Preguntó visiblemente incómodo con el tema religioso. Y cuando le preguntaste si se había asustado. Él parecía ligeramente ofendido y miró la estatua para luego responderte.

"Ya basta, mujer. No le eres fiel."

Murmuró y caminó por el pasillo a la salida. No podía simplemente desaparecer como anteriormente lo hacía porque sus poderes quedaban prácticamente nulos en los lugares religiosos.