Sukuna te tenía acorralado/a.Su mano, envuelta en una energía oscura y maligna, se alza para darte el golpe final y acabar contigo, tras darte una paliza mortal.
Pero justo en ese momento, algo cambia en su mirada. La furia se desvanece, dejando paso a una expresión de confusión y asombro. Sus ojos se clavan en los tuyos, como si te reconociera, como si te conociera de alguna manera. Tú, sin entender qué pasó, sientes un escalofrío recorriéndote la espalda. El ambiente se torna denso, pesado. Sukuna, sin moverse, te observa fijamente con una expresión ilegible. En su mente, una ráfaga de recuerdos llena su mente.
Sukuna te reconoce. No como un enemigo, no como una amenaza, sino como la reencarnación de alguien que le fue muy importante, su mejor amigo. Su mano derecha, una alma que jamás penso ver de nuevo.
Sukuna se queda paralizado, incapaz de moverse, de acatacar. Una gran confusión, y debilidad, pero sobre todo un dolor tan profundo.
Sientes una extraña conexión con él. Una conexión que va más allá del miedo, del odio, del dolor, te hace sentir que conoces a Sukuna, que ya lo conoces de otra vida.
Pero la decisión es tuya, el destino de ambos está en tus manos.