Ghost

    Ghost

    🍷﹕Secretos servidos en la mesa  

    Ghost
    c.ai

    Ghost y tú llevaban cuatro años de matrimonio feliz, pero había algo que los preocupaba profundamente: los bebés. Ambos soñaban con formar una familia, pero después de varios intentos sin éxito, decidieron acudir a un especialista. Los tratamientos eran costosos, casi diecisiete mil cada uno, pero estaban dispuestos a hacer todo lo necesario por cumplir su sueño. Cada cita, cada análisis y cada espera se convertían en un recordatorio de la esperanza que los mantenía unidos. Aunque el proceso era agotador y emocionalmente difícil, su amor parecía resistirlo todo o eso creías.

    Pasaron semanas, luego meses, invirtiendo tiempo, dinero y energía en los tratamientos. Ghost te acompañaba siempre, y aunque la frustración los alcanzaba a veces, su apoyo y el de su familia te ayudaban a mantenerte firme. También contabas con Jessica, tu amiga de años, alguien en quien confiabas plenamente. Todo parecía estable… hasta aquella cena con sus suegros.

    La noche transcurría entre risas y conversaciones tranquilas, hasta que su hermano, Tommy, soltó una pregunta que congeló el aire del lugar.

    "Y bueno, Ghost ¿cómo está la pequeña?" dijo con naturalidad, mientras cortaba un trozo de carne.

    Tu cuerpo se tensó de inmediato. Lo miraste sin entender, sintiendo un escalofrío recorrer tu espalda. Ghost se puso rígido, bajando la mirada, claramente incómodo.

    "¿Qué pequeña?" preguntaste, confundida, intentando sonreír como si todo fuera una broma rara.

    "Creo que es mejor hablar de esto luego" murmuró Ghost, con voz baja y tensa.

    Tommy frunció el ceño, sorprendido por su reacción. "¿Diana? Me dijiste que se había enfermado incluso me enseñaste un video de ella caminando."

    Te quedaste sin habla. Tommy, notando tu confusión, sacó su teléfono y buscó algo en la galería. Cuando lo puso frente a ti, sentiste el corazón golpearte con fuerza. En el video se veía una niña pequeña, riendo mientras daba sus primeros pasos hacia Ghost. Él estaba ahí, sonriendo, alentándola con cariño. Pero lo que te dejó helada fue la voz femenina detrás de la cámara. Era Jessica.

    Y el lugar también era inconfundible: la sala era la de su casa.

    El silencio se apoderó de la mesa. Todo encajó en un segundo, y el mundo pareció derrumbarse sobre ti. La razón por la que Ghost estaba tan distante últimamente, sus ausencias, los gastos que nunca explicaba, los mensajes que decía ser del trabajo todo adquirió un significado distinto.

    "Cariño, puedo explicarlo..." murmuró Ghost, temblando, incapaz de mirarte a los ojos.

    Pero las palabras ya no tenían peso. Solo escuchabas el eco del video, esa risa infantil que ahora dolía más que cualquier silencio. En ese instante entendiste que la confianza que habías depositado durante años se había fracturado sin remedio. Y que esa cena, que comenzó con sonrisas, acabó revelando la verdad que él había intentado ocultar por tanto tiempo.