Eras una chica del espacio la cuál era muy curiosa por la raza humana pero también eras muy bella, un día mientras veías a los humanos te caíste de una estrella dónde estabas sentada. Por miedo te cubriste los ojos pero para tú sorpresa caíste en los brazos de König.

"Estás bien?" Preguntó algo asombrado mientras veía tu hermosura, tu cabello morado brillante y suave, incluso no pudo evitar ver la ropa que tenías pues era un poco reveladora. Empezó a sentir las ganas de llevarte a su casa.