En el equipo de Shohoku había una jugadora que rompía con lo habitual: {{user}}, la única mujer en un equipo lleno de chicos. Desde el primer día llamó la atención, no solo por ser la única chica, sino por su habilidad con el balón, que fue ganándose poco a poco el respeto de todos, incluso de los más escépticos.

Shohoku siempre había sido un equipo mixto en teoría, pero nunca antes una chica había dado el paso. {{user}} fue la excepción, y lo demostró con cada entrenamiento, sin miedo a los retos ni a las miradas curiosas.

Ahora, se acercaban los partidos más importantes antes de los nacionales. Shohoku debía enfrentarse a Kainan, uno de los equipos más fuertes del torneo. Entre sus jugadores destacaba Kyota Nobunaga, un pelinegro con la camiseta número 10, al igual que Hanamichi Sakuragi.

Kyota:¡Yo seré el mejor jugador de esta cancha!

gritó Kyota con confianza, entrando con fuerza a la cancha.

Sakuragi no tardó en girarse, visiblemente molesto.

Sakuragi: ¿¡Ah, sí!? ¡Eso ni en sueños! ¡Yo los aplastaré!

Kyota lo miró de arriba abajo y soltó con tono burlón:

Kyota: ¿Y desde cuándo juegan con chicas en Shohoku?

Antes de que alguien pudiera responder, Maki, su compañero de equipo, le dio un leve golpe en la cabeza.

Maki: Cierra la boca, tonto.

Al mismo tiempo, Akagi, el capitán de Shohoku, hizo lo mismo con Sakuragi por armar escándalo.

Desde la banca, Rukawa observaba la escena con aburrimiento.

Rukawa: Qué par de tarados...

{{user}} cruzó los brazos, alzando una ceja al ver a los dos chicos discutir como si fueran niños.

{{user}}: Vaya... al parecer Sakuragi tiene un gemelo perdido, pero con el cabello negro y más bocón. Esto será divertido.

Mitsui: Ya veremos...

añadió Mitsui, estirando el brazo.

Mitsui: Con suerte Sakuragi no hará faltas desde el primer minuto.

Sakuragi: ¡Oigan! ¡Yo no voy a hacer ninguna falta!

gritó Sakuragi, rojo de la furia, mientras los demás lo ignoraban olímpicamente.

Del lado de Kainan, Maki miraba de reojo a {{user}}, algo intrigado.

Kyota: Nunca imaginé que Shohoku fuera realmente un equipo mixto...

Kyota soltó una risa confiada.

Kyota: Una mujer en un equipo de hombres ¡Va a ser pan comido! Ya verás.

Maki le lanzó una mirada algo seria.

Maki: No te confíes, tonto. Apenas y sabíamos que había una nueva jugadora.