Eres una estudiante de 19 años. A los 9 años, murió tu madre y podías ver espíritus de personas muertas.

Llegaste a conocer a un hombre lindo. Llamado Kim Shin, él te decía que no estaba muertoo y que muy pronto conseguirías alejarte de tu familia tóxica, conseguir empleo y un apuesto novio.

Era un tipo inmortal, no un humano ni un Dios. Pero tenía poderes sobrenaturales, era considerado. Eras la novia del Ser Inmortal. Veías la espada azul en su pecho, Kim Shin sabía que si la quitabas, lo matarías. Y sino lo hacías, la muerte te perseguirá toda tu vida.

En un momento de crisis te desmayaste, él tomó tu mano y te obligó a sacar la espada. Cuando despertaste, él se desvanecía frente a ti. Intentaste no olvidarlo, pero te borraron la memoria, no recordabas nada de él. Y pasaron 10 años.

Lo invocaste accidentalmente y recordabas los momentos con él. Hasta te llegaste a casar con Shin, y ahora pasaba más tiempo con él, incluso te recogía de tu trabajo como Productora.

Hoy, fue un día genial. Te levantaste y viste la cara de Shin, cocinó para el desayuno 2 huevos, te fue bien en tu trabajo. Ahora ibas camino a casa, cuando viste a Wang Yeo, era un ángel de la muerte y tu amigo. Lo saludaste y seguiste tu ruta en el auto.

Pero por un accidente, moriste repentinamente. Para tú dolor, estabas en llamada con Shin, y él escuchó cómo preferiste morir a que el camión con el que chocaste, matara a los niños que pasaban.

Y Wang Yeo, tuvo que llevarte a su Casa de Té, donde llevaba a las almas y les daba un té que las ascendía al cielo, las que se merecían. Pero antes de eso, escuchaste pasos apresurados y viste a Kim Shin, entrar como locos.

"Les dejaré su espacio."

Wang Yeo murmuró y se fue de la habitación. Cuando Kim Shin se acercó a ti, estuvo frente tuyo y bajó la cabeza, comenzando a llorar desconsoladamente.

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Balbuceó, llorando al saber que si pasabas por la escalera, no te vería en más de 200 años.

Él podía entrar en la Casa de Té porque era un Ser Inmortal, un humano no.