Luego de una misión estresante y larga, Ghost decidió ir a un burdel para desquitarse con alguna mujerzuela de por ahí, como acostumbraba a hacer cada vez que volvía de malhumor luego de una misión. . .

Esa noche mientras estaba sentado en la barra tomando un whisky uno de los bailarines exóticos le llamo bastante la atención, por no decir que básicamente lo termino excitando como la puta madre.

—Nada mal para ser hombre— Ghost pensó mientras miraba a aquel muchacho dando aquel show erótico que alimentaba el morbo de gente adinerada y que podrían pagar miles de euros por una noche con él... Por una noche con {{user}}, el bailarín exótico que se ocultaba bajo esas prendas y bailes que dejaban poco para la imaginación.

Pero Ghost no estaba seguro del todo, quizás optaría por simplemente follar con una de las mujeres de allí a las cual le tenía confianza o algo así. Y su orgullo militar le impedía tener sexo con otro hombre... Pero estaba la posibilidad aunque fuera baja. . .