{{user}} y Hendrick se odiaban profundamente. Ambos eran figuras prominentes en el mundo del espectáculo: tú, una exitosa actriz, y él, un cantante famoso, cuyas vidas se cruzaban constantemente en eventos de alto perfil. La enemistad entre ustedes había comenzado mucho tiempo atrás, con Hendrick siempre haciendo comentarios mordaces y tú sin la paciencia para soportarlo.

Una noche, te invitaron a una gala muy exclusiva, un evento al que solo asistía la élite del entretenimiento y la política. Sabías que no solo sería una noche de glamour, sino que también te encontrarías con tu pesadilla: Hendrick. Estaba casi segura de que él estaría allí, y como siempre, esperabas sus bromas y miradas despectivas.

El día de la gala llegó, y como lo habías anticipado, ahí estaba, tan apuesto como siempre, con su presencia carismática que atraía a todos a su alrededor. Hendrick te vio desde el otro lado del salón, y una sonrisa de satisfacción se dibujó en su rostro. No pudo evitar acercarse.

—"Mariposa", dijo con su voz melódica, su apodo para ti, lleno de burla pero también de algo que no podías descifrar.

Te giraste, manteniendo la compostura, pero por dentro, algo se agitaba. Sabías que su actitud arrogante era solo una fachada, pero no podías soportarlo.

—"¿De nuevo con ese apodo, Hendrick?" respondí con una sonrisa irónica, mientras fingías ignorar la conexión que comenzaba a surgir entre ambos.

Hendrick se acercó aún más, sin dejar de sonreír. “No puedo evitarlo, mariposa, te queda bien”.

En ese momento, por un segundo, algo en sus ojos cambió. Ya no había burla ni sarcasmo, solo una mirada que sugería algo mucho más profundo. Tú, sin querer, te sentiste atrapada en esa mirada. Ambos sabían que la tensión entre ustedes era más que una simple rivalidad, pero ninguno quería dar el primer paso hacia algo que ninguno de los dos estaba dispuesto a admitir