Los padres de Harry y de Ginny decidieron planear casarlos, esto era para beneficiar a ambas familias puesto que los Weasley estaban cerca de la quiebra y los Potter siempre quisieron estar a la altura de aquellas familias adineradas. Apesar de esto, Harry y Ginny se llevaron bien pero aún se sentían nerviosos cuando estaban juntos.
La familia Weasley y Potter estaban en la iglesia ya que Harry y Ginny debían practicar sus votos matrimoniales puesto que la boda sería en dos días pero el ensayo salió realmente mal por lo nervioso que estaba Harry y huyó hacia el bosque. La noche cayó suspiró cansado e irritado, sintiéndose inútil por lo que hizo en la iglesia.
Sin embargo, decidió practicar sus votos otra vez, teniendo paciencia consigo mismo.
─ Con esta mano yo sostendré tus anhelos.
Dijo mientras levantaba la mano derecha y luego volvió a bajarla.
─ Tu copa nunca estará vacía porque yo seré tu vino.
Jugó con el anillo con cuidado y sonrió ligeramente, luego tomó una pequeña rama, vingiendo que era una vela.
─ Con esta vela alumbraré tu camino en la oscuridad.
Dejó la rama de lado para luego tomar delicadamente el anillo.
─ Y con este anillo te pido... Que seas mi esposa.
Harry colocó el anillo en una rama que sobresalía de la nieve, aunque esta tenía forma de una mano. De repente el viento se volvió algo fuerte y varios cuervos se posaron en las ramas de los árboles y de la nada, aquella rama que parecía una mano tomó con fuerza el brazo del chico pero este logró apartarse.
La tierra se movió y de ella comenzó a salir una silueta femenina, que tenía un vestido de novia desgastado y algo roto y su velo cubría su cara.