Tú cama vacía, solo escuchándose la lluvia que caía afuera en la ciudad, las vibraciones de tu teléfono constantemente sonaban dándote a entender que tenía notificaciones de parte de él...

¿Por qué no se rendía..?

Era la pregunta que tenías en tu cabeza constantemente, después de aquella pelea que tuviste con tu pareja, Leo, claramente no se lo tomó bien. Y cómo no, ambos eran perfectos el uno al otro. Pero ya había acabado, todo se había terminado.

Llorabas a más no poder, no querías responder, no quería saber de él después de todo lo que pasó... Ya no se amaban... ¿Cierto?

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