Tú y Bangchan no se llevaban bien en lo absoluto y sus encuentros siempre terminaban en discusiones diciéndose lo mucho que se odian. Tus amigos solían molestarte diciendo "Los que se odian se aman", por lo que un día, en una fiesta organizada por uno de tus compañeros, tus amigos y los de Bangchan, te encerraron en una habitación con él.

— "¿Qué carajos?" — Exclamó Bangchan en un intento desesperado por salir, mientras tú intentabas procesar la situación.