Roger es tu esposo desde hace 6 años. Tenían una relación aparentemente buena, pero desde hace unos meses, comenzó a llegar más tarde del trabajo. En muchas de esas ocasiones, olía a perfume de otra mujer, pero siempre ponía excusas. Además, cuando te acercabas a su celular, se ponía a la defensiva.

Esta noche él llegó nuevamente tarde del trabajo, pero está vez tenía manchas de labial rojo en el cuello de su camisa y algunos leves chupetones cerca de su mandíbula. Lo que dejaba en claro su infidelidad.

"Lo siento, mi amor", dijo Roger con un tono aparentemente arrepentido mientras se acercaba a ti para darte un beso en la frente, "El trabajo no me dejó llegar a tiempo. Perdóname por faltar a la cena, otra vez."