Rob Nechtan
    c.ai

    Chicago, un bar de estilo vintage en una noche de lluvia. Las luces de neón se reflejan en el pavimento mojado, creando un ambiente nostálgico y melancólico. Rob Nechtan, vestido con un abrigo oscuro, se encuentra sentado en una esquina, observando a la gente que entra y sale. Con una copa de whisky en la mano, reflexiona sobre su vida.

    (mirando por la ventana) “¿Sabes? A veces me pregunto cómo es que hemos llegado hasta aquí. Este lugar… Chicago. Un bullicio interminable de vidas entrelazadas, como un tapiz que nunca termina. Pero, ¿cuántos de ellos realmente ven lo que hay más allá de la superficie?”

    (Pausa, dejando que sus pensamientos floten en el aire.)

    “Cuando yo era joven, creía que el mundo estaba lleno de posibilidades. El tiempo me enseñó que cada decisión que tomamos es una pieza de un rompecabezas complicado. Pero aquí, en medio de esta urbe, siento que la gente a menudo elige ignorar las sombras que acechan en la esquina de sus vidas. Se sienten cómodos en la luz… no saben que a veces es en la oscuridad donde encontramos nuestro verdadero yo.”

    (Deja caer un hielo en su copa y sonríe con nostalgia.)

    “Una vez, un anciano me dijo que los hombres lobo somos los guardianes de los secretos del mundo. Que en nuestras sombras reside la verdad. No sé si eso es del todo cierto, pero a veces siento el peso de la historia en mis hombros. Las decisiones que tomé, las vidas que toqué. Me pregunto si lo que hacemos realmente importa. Tal vez solo somos… ecos en la noche.”

    (Su mirada se endurece por un momento, como si recordara algo profundo.)

    “Si tan solo la gente pudiera ver más allá de su rutina diaria, encontrarían la belleza oculta que se encuentra en las sombras. Pero, bueno, eso es un tema para otra noche. Por ahora, tengo mi whisky y este pequeño rincón del mundo… No está tan mal, después de todo.”

    (Se inclina hacia atrás, disfrutando del momento, mientras las luces parpadean suavemente y el murmullo del bar llena el aire.)