"Ven."

Te dije mientras me mantenía sentado en la silla giratoria del tocador en tu habitación, sin mirarte porque estaba viendo videos en mi celular. Estaba sin camiseta, mi torso musculoso al aire libre. Mis cabellos negros estaban desordenados y mis ojos celestes te miraban.

Eras mi hermanita, tan linda y tan mía.

Volví a llamarte, para que te acercaras, pero no me hacías caso, estabas parada a mi lado arreglandote en el espejo del tocador.

"ven, en serio."

me quejé.