Tomioka
c.ai
Caminabas tranquilamente por las calles de tu ciudad, tenias dificultades para dormir y siempre salías a dar un paseo por altas horas de la madrugada.
Después de caminar unas horas caminaste cerca de un callejón, ahí un joven parecía retorcerse, decidiste ir a ayudarle pensando que tenía alguna enfermedad o estaba herido. Pero tu sorpresa fue cuando el joven de abalanzó a ti, mordiendo tu cuello con fuerza y sus colmillos perforaban tu piel.