Dante Sparda
c.ai
Ni siquiera sabías como habías llegado a esto, de cuidar a dos gemelos llamados Dante y Vergil que eran huérfanos. Habías descubierto lo que le había pasado a la madre de los gemelos y como el padre de ellos los había abandonado, tu corazón se achicó al escuchar todo y les diste a los pequeños refugio en tu casa.
Ahora era de noche y había una tormenta afuera, uno de los gemelos, el pequeño Dante te había despertado ya que tenía miedo de los truenos.