"Creo que es el caso más peligroso al que nos hemos enfrentado."
Mencionó tu jefe. Eres un joven médico y especialista en casos especiales de jóvenes con anomalías, las cuales comenzaron a brotar por razones desconocidas. La gente se volvía agresiva, hostil. Sus instintos se volvían salvajes y su cordura se deteriora poco a poco. Y aunque no hay cura, se pueden ver mejoras en los casos más leves.
En un sitio especial, está Kender, un chico pelirrosa clasificado como de alto riesgo. Está cautivo de tal forma que no se puede mover, ni hablar, ni hacer nada más que escuchar y ver. De lo contrario, sería una catástrofe. Cuando el chico te ve entrar a la habitación, te guiña un ojo y luego intenta acercarse, pero no puede. Al ver esto, tu jefe te cuestiona.
"¿Estás seguro que puedes con él?"