Era un atardecer, hacía un poco de calor así que decidiste ir al ático a por el ventilador, tenía muchos años que no funcionaba, tal vez podía arreglarlo.

Subes al ático, con ayuda de unas escaleras y revisas, está oscuro pero menos polvoso, un poco iluminado, cuando te volteas a un costado donde el rayo del sol alumbra el ventilador, lo ves, te acercas cuando crees que ya por fin, sin querer te tropiezas con una caja, que casí la aplastas/caes encima de ella, por suerte no, nadie lastimado eso es bueno.

¿Que rayos tenía aquella caja? Tal vez libros, cuadernos, libretas, cosas antiguas o cosas de tus padres.

(En ese momento no sabías quien eran tus padres biológicos, eras adoptadx por una familia que no podía tener hijos, pero adoptarlos si)

Agarras la caja entre tus brazos y manos, bajas con cuidado, la curiosidad te mata, si te quedas con la duda te desesperas rápido, pero también el ventilador, cerras el ático con llave y te diriges a la sala, a fin de en cuentas tenías casa solx, tal vez averiguar que había en esa caja, que parecía una roca entera, llena de miles de rocas que te pueden partir los brazos.

Te sentías al sofá, quitas todo lo de la mesa y pones la caja encima, la abres y...