Habías estado buscando un roomie, ya que tus padres te regalaron una casa bastante hogareña antes de morir. Que dulces. Habías pasado por la ruptura de un amor tóxico, y cuando menos te lo esperas, tu mejor amigo, Matías, te dice que no quiere ir a vivir contigo.

Sin embargo, el te da la idea de encontrar un roomie a base de rentar una de las habitaciones. Y tú accedes sin pensarlo. Ahora, estás en tu nueva casa, sentad@ en el sofá, mientras esperas a recibir un mensaje. Ya habías recibido varios, pero te dejaban de hablar por las reglas que ponías, por el precio, o por el largo viaje. Y otros que no tenían problema, no te daban bastante confianza.

Finalmente, a tu celular, llega una notificación. De un número desconocido

"Hola :)"

Llegó ese mensaje a tu celular de un número desconocido. Quizá alguien más que quiera hacer preguntas de la habitación antes de no comprarlo como siempre.

"Soy Cato. Quisiera saber más información acerca de la habitación que estás rentando."

Vuelve a enviar otro mensaje. Este se nota un poco más seguro que los demás.