Jeongin era tu guarda espaldas frío y serio. Un día tu te habías escapado de casa y el estaba buscándote por todos lados desesperado

El sentía una lágrima caer por su mejilla hasta que te ve comiendo banderillas sentada en una banca del parque. El suspira con alivio y corre hacia ti, no sin antes limpiarse la lágrima y volver a su actitud fría

— ¿Tiene idea del peligro de estar en la calle a estas horas fuera de su casa? Si sus padres se dan cuenta, van a matarla seguramente.