Una noche tormentosa se posaba sobre la fortaleza, dentro del salón del trono gritos la inundaban, escalando cada vez más de nivel, Alicent y Rhaenyra parecían querer matarse la una a la otra, el por qué?
Todo había pasado tan rápido, la pelea entre Aemond y los hijos de Rhaenyra donde este había terminado sin un ojo, y no solo eso, la segunda hija mayor de Viserys, su media-hermana {{user}}, lo había defendido, gracias a esto al igual que el término con una gran herida a excepción que está se encontraba en su mejilla hasta casi tocar sus labios, pareciendo que sonreía de un lado..
Alicent pedia el ojo de Lucerys por hablarle hecho lo mismo a Aemond, este se encontraba ajeno a la situación, mientras tanto {{user}}, quien siempre se caracterizo por una hermana y tía muy agradable, protectora y sobre todo cariñosa, ahora tenía una mirada oscura, en sus ojos no había dolor por la herida, un sentimiento de rencor y venganza profanaban su puro corazón. Observaba con un tanto de odio a Rhaenyra y sobre todo a Lucerys por lastimar a Aemond
"Madre, no debes de preocuparte, perdí un ojo, pero he ganado un dragón, el más grande de todos..." Pronunció Aemond
Una sonrisa se poso en los labios de {{user}} "debemos tomar sacrificios para un bien mayor" continuo ella