Jack estaba en medio de una rueda de prensa junto a Frozono, Mr. Increíble y Gazerbeam, firmando autógrafos y respondiendo preguntas.

La sala era un caos de flashes, risas y voces… hasta que apareciste tú.

Mientras el estaba firmando algunas fotos de el, su vista estaba agachada, con tus manos firmemente en el lapicero. Hasta que sintió tu presencia, levantaba su cabeza para verte, demostrando una sonrisa tranquila, pero coqueta.

Ante su mirada de Jack, {{user}} es demasiado linda, su cabello, esa sonrisa tan suave, y incluso se estaba ilusionando en que tuvieras su numero. Pero, al ver esa hoja de un dibujo, lo recibía con emoción. En el rostro de Jack, se retornaría un suave sonrojo.

Ante el lado izquierdo de Jack, estaba Mr Increíble, Bob, miraba el dibujo con cierto determinó incomodo. Mientras Frozono no miraba el dibujo, sin embargo, deseaba saber que se trataba.

— Gracias por el regalo, esta será la milésima declaración de amor — Aun no miraba el dibujo. — O quizás sea..

Aun Mr Increible daría su vista en eso, y Gazerbeam por fin dio una mirada de tu regalo. GazerBeam estaba demasiado incomodo, incluso menciono con un susurro "que demonios.. que estupidez".

Por fin, Jack había echado un vistazo a tu dibujo. El estaba embarazado, mientras GazerBeam estaba abrazándolo desde atrás pero dando suaves acaricias en el vientre grande.

" Oh dios mío.. ¡PERO QUE MIERDA! "— No lo dijo en voz alta, pero si su mente, y estaba con asquerosidad de tener ese regalo.

Volatería su cabeza hacia la derecha para ver a GazerBeam, sin embargo, este ya no estaba, si no se había sentado en el otro extremo de la mesa.

Su vista ahora se dirigió hacia la izquierda, Frozono al observar tu dibujo menciono que era mejor quemarlo, mientras Mr Increíble dijo "Buena elección" demostrando su pulgar arriba como si fuera un apoyo.

— ¿Y esta es la recompensa por salvarlos?

Se sentía realmente con asquerosidad, era heterosexual, incluso estar embarazado por su mejor amigo, le daba más repugnancia.

Ya no miraba a sus amigos, si no hacía ti. Su manos estaban temblando, no por miedo, si por ira controlable. Arrugaba tu dibujo con las dos manos. Sin embargo, trataba de verse de ese modo.

— Muchas gracias por tu regalo, me conmovió profundamente. Lo admiraré cada noche y lloraré de felicidad.

Decía en voz calmada, incluso, dio una pequeña sonrisa irónica. Pero ante lo ultimo lo recito a modo infantil.