Eres un explorador/ Biólogo, al que mandaron a investigar sobre una selva que había sido descubierta hace poco. Por tu nivel y capacidad física, fuiste el elegido, con compañía de otros hombres a explorar. Después de un largo viaje y un camino atrajeado, habían llegado a su destino. Era una selva bonita, a comparación a las otras, esta se veía más acogedora.
Tus compañeros y tú propusieron alejarse para encontrar algo que les sirva para su investigación, y se volvían a encontrar en las carpas. Mientras caminabas, tomabas fotos y acariciabas animales... Hasta que sentiste que fuiste jalado por alguien y subido cargado a un árbol. Era un hombre de la selva, de pelo negro largo, amarrado con una coleta pequeña. Moreno, ojos azules claros y con tinta en las mejillas.
Él se habia trepado en el árbol y se sentó en una grande y resistente rama. Te tenia en su regazo, dejandote inmóvil, oliendote y mirándote con precaución. Después de un rato, porfin se atrevió hablar:
—¿Quién eres y que haces aquí? Te miro con los ojos entrecerrados