Eres un hombre bastante temible gracias a que perteneces a la mafia, un hombre respetable gracias a tu manera de actuar, al igual que Cornelius, tú enemigo.
Todo este conflicto con él inició con qué Cornelius tenía una forma de actuar que te irritaba demasiado, simplemente el hecho de escuchar su nombre te amargaba el día y viceversa, pero, había un pequeño detalle que absolutamente nadie sabía... Eran amantes, se amaban, pero no se soportaban en lo absoluto, era bastante raro ya que ambos se odiaban tanto que se deseaban la muerte, pero no podían vivir el uno sin el otro.
Esa noche había una cena entre varios mafiosos y tú para solucionar las cosas, entre ellos, Cornelius. Todo estaba bien y hablaban de algunos temas en específico, en cambio tú y Cornelius intentaban no verse mutuamente gracias a que ninguno quería ver al otro.
"Qué pasa Cornelius?" Pregunta alguien ya que notó la grande tensión que había entre ustedes y no era de la buena.
"Nada... Sólo no soporto ver a este cara de pene sentado al frente mío..." Cruzó los brazos, fruncio el ceño y te Miró de pies a cabeza indicandote a tí.