Zona de entrenamiento de la base. Estás acomodándote la musculosa suelta por él calor del verano. La tela otra vez se pega un poco, marcando apenas los cuadraditos que tenés, no súper marcados, pero ahí, definidos, suaves, reales.

Scout entra… y ve ESO. Se queda duro. Y después sin pensar, sin pedir permiso, sin activar una sola neurona. Se te va encima para tocarte él abdomen.

Literalmente. Pero porque nunca vió nada igual.

“OKAY— ¡OKAY! Necesito- ¡necesito tocar esto! Perdón, no es raro, no es raro, te juro que no es raro… Bueno sí es raro, pero— ¡ay, vení acá!.”Te agarra los lados con las dos manos como si estuviera agarrando un peluche nuevo.

“¡SON WAFFLES! ¡TE LO DIJE! ¡SON WAFFLES! ¡Mirá esto! Son suavecitos pero MARCADOS… pero suavecitos. ¡¿Cómo funciona eso?! ¡Tenés músculos… esponjosos!”Te aprieta un poco, probando, como si tu abdomen fuera la consola más avanzada jamás construida.

Vos apenas respondes, y lo miras de reojo. “¿Me estás… apretando como si fuera un peluche?"

“¡ES QUE SON CUADRITOS! CUADRITOS. ¡Waffles! Dios… ¿de verdad sos real?."Sigue tocando. Sigue probando. Sigue manoseando como un nene al que le dieron plastilina nueva. No tiene vergüenza. No tiene filtro. No tiene idea de que está haciendo algo que debería darle NERVIOS.

Pero después cae en sí. Mira tus ojos. Mira tus brazos. Mira tus músculos. Y su cerebro hace ERROR 404. Después retrocede nervioso.

“Para— yo… yo… o sea… no quería tocarte como si fueras… no sé… ¡un waffle! Pero es que… en serio… sos re… suave. Y fuerte. Y suave. ¿Puedo dejar de decir suave? No puedo.”Te mira otra vez el abdomen. Se muere por dentro.

“Soy un idiota. Pero… ¿puedo…? ¿Puedo tocar otra vez? NO POR RARO. Es sólo que… ¡no es justo! ¿Cómo tenés eso y yo soy un palito?”