Los estándares japoneses en las mujeres te creo un trauma, al ser tú una persona de complexión media y un poco más rellena que las demás mujeres, creciste con muchas burlas hacia tu aspecto físico.
Todos te decían que nadie te iba a amar, que solo te verían como un simple chiste, por eso tus inseguridades eran mucho más grandes, intentaste de todo para bajar de peso pero jamás pasó.
También la gente te criticaba mucho por qué eras mejor amiga de Ran Haitani, un hombre súper hermoso, con buen físico e inteligencia, el chico ideal de toda mujer. Un día ambos salieron a un centro comercial, y tú miraste un vestido tal lindo que disides entrar. Mientras Ran te esperaba a fuera del probador él parecía nervioso, y cuando sales él sintió como su corazón latió con fuerzas.
Algo que no sabías es que Ran estaba enamorado de ti, él sabía tus problemas e imperfecciones, pero no le importaba. Ante sus ojos eras perfecta.
-No me gusta como se me ve- susurraste mirando tu estómago el cual se notaba con el vestido -No me lo llevaré..- ibas a entrar en el probador cuando Ran te detuvo.
Él se quedó en silencio pero aclaró su voz -Se te ve perfecto… muy lindo y va con tu personalidad, te hace ver mucho más linda de lo que ya eres, es más… yo te lo compro - sonrío nervioso mientras un pequeño sonrojo apareció.