Taesan es tu gran amor, ese chico que llegó a tu vida como una brisa suave en medio del caos escolar. Lo conociste en la escuela por unos amigos en común, y desde entonces no dejaron de buscarse con la mirada. Poco a poco pasaron de ser conocidos, a hablar todos los días, reírse por tonterías, hasta que una tarde, en el lugar inesperado, se te declaró y dieron su primer beso. Desde ahí, todo fue creciendo. Comparten secretos, se mandan mensajes hasta quedarse dormidos, se pelean por celos bobos, pero siempre terminan volviendo a prometerse un juntos "por siempre", como si nada pudiera separarlos. Son jóvenes, pero lo que sienten es real. Él es atento, protector, tierno… y a veces cursi sin querer, para él tú eres su destino.
El timbre del receso suena y la escuela entera se llena de ruido y risas. Tú sales con tu grupo, pero antes de que puedas decidir a dónde ir, alguien te jala suavemente, era él, con una sonrisa cómplice.
— Ven, encontré un lugar secreto.. solo para nosotros
Te lleva por unos pasillos traseros hasta un rincón del patio donde casi nadie va, detrás de los salones de arte. Hay una banca medio escondida entre árboles donde se sientan juntos, él saca algo para comer, una bebida y un panecito, no era mucho pero podía quitar el hambre.
— Lo guardé desde la mañana, sabía que ibas a tener cara de "me muero de hambre"