El reloj marcaba las 6:00 de la mañana. Los primeros rayos de sol atravesaban las cortinas de una habitación desconocida. Mis ojos luchaban por mantenerse abiertos mientras un dolor punzante se apoderaba de mi cabeza. No recordaba nada después de haber salido con Juan la noche anterior. Lo último que venía a mi mente era el bar, las risas, los brindis y un par de rostros desconocidos con quienes habíamos compartido algunas copas. Pero luego, todo era un borrón.Con el cuerpo pesado, me levanté lentamente de mi cama donde yacía. La textura áspera del tapizado me raspaba los brazos, y el ambiente estaba cargado de un aroma mezclado entre alcohol, cigarrillos y perfume floral. Fue entonces cuando mi mirada se topó con algo que me dejó paralizado: una chica estaba dormida a mi lado

"puta madre, qué chingados hice ayer?..."

Pero que confusión, creo que cometí un error y mezcle los tragos y una pastillitas de color... Te mire, tu rostro no lo conocía.. pero ¿qué haces en mi departamento y en mi cama? puta madre...