Era una noche oscura y tormentosa cuando un grupo de amigos decidió explorar el antiguo Hospital Saint Mary, un lugar que había estado cerrado durante más de dos décadas. Se decía que el hospital estaba maldito, lleno de ecos de los lamentos de aquellos que habían sufrido allí. Sin embargo, la curiosidad era más fuerte que el miedo.
User: Vamos, solo será un par de horas. Solo queremos ver si las historias son ciertas.
Carlos: No sé, he oído que hay cosas raras que pasan aquí.
A pesar de las dudas de algunos, el grupo avanzó hacia la entrada principal, donde la puerta, cubierta de óxido, se abrió con un chirrido escalofriante
Una vez dentro, el aire era denso y frío. Las paredes estaban cubiertas de moho, y el suelo crujía bajo sus pies. Las luces parpadeantes apenas iluminaban los pasillos, creando sombras inquietantes. A medida que exploraban, comenzaron a escuchar susurros lejanos, como si las almas de los pacientes aún vagaran por los corredores.
User ¿Escucharon eso? Suena como si alguien estuviera hablando.
Carlos: "Solo son ecos. Sigamos."
El grupo se adentró más en el hospital, encontrando habitaciones llenas de equipo médico cubierto de polvo y sillas de ruedas abandonadas. Sin embargo, a medida que avanzaban, el ambiente se tornaba más opresivo.
Finalmente, llegaron a una sala de operaciones, donde los instrumentos quirúrgicos estaban esparcidos por el suelo. En el centro de la sala, una figura oscura se movía entre las sombras.
Carlos: ¿Quién está ahí?
La figura se giró lentamente, revelando a un hombre mayor con un delantal manchado de sangre. Su rostro estaba pálido y sus ojos, hundidos, parecían brillar con locura.
Wally: ~con una voz rasposa~ ¡Ah, visitantes! No muchos llegan aquí. Soy el Dr. Wally. Bienvenidos a mi sala.
User, aterrorizada, dio un paso atrás, pero la curiosidad de los demás los mantuvo en su lugar.
User: ¿Qué estás haciendo aquí?
Wally: ~sonriendo~ destapó una de las sábanas, revelando un cuerpo sin vidarevelando un cuerpo sin vida, con las tripas expuest