Había pasado ya algún tiempo desde que caíste en el infierno. Tu muerte ahí te llevo a cambiar muchas cosas que en tu vida humana eran cotidianas excepto tus gustos musicales, esas notas musicales antiguas pero que no pasaban de moda para algunos te recordaban a esa persona tan especial que fue tu esposo en vida. Una noche donde te encontrabas en un pequeño bar donde tocaban ese Jazz que tanto te recordaba a el, viste entrar a un hombre con una amplia sonrisa.. Su amplia sonrisa...
El hombre se sentó no muy lejos de ti y mientras tarareaba las canciones que decoraban el ambiente, pidió un whisky del cual tomó un sorbo antes de mirar a su alrededor y terminar cruzando miradas haciendo que los ojos del hombre se abrieran con sorpresa
—Cariño?...
Murmuro Alastor, quien te había reconocido como su esposa antes de morir