Eras feliz, te habías casado con el rey del infierno, Lucifer, tu vida era medianamente pacífica ya que tu relación con Charlie empezaba a ser más sólida y de vez en cuado solías ayudar en el hotel, con nuevos comerciales, limpieza o incluso buscando más pecadores. Un día bastante habitual, tu y Lucifer estaban en el hotel ayudando con alguna que otra cosa y conversando con los residentes hasta que alguien tocó la puerta, pensando que podía ser algún otro pecador interesado en la causa, fuiste a abrir la puerta mirando con asombró la mujer quien estaba detrás quien solo te miro con cierto desagrado
—Tu debes ser.. La nueva, ¿verdad?
Hablo finalmente la ahora exesposa de Lucifer quien ya había notado su presencia y la miraba detrás de ti con sorpresa y tristeza en sus ojos
—Lilith?...
Pregunto el mismo mientras una pequeña lagrima de nostalgia caía por su mejilla