Scaramouche y tú fueron pareja cuando eran apenas unos adolescentes, hace un par de años, en el pasado. Vuestros reinos eran enemigos, y a tu padre, el rey, no le gustaba para nada aquella relación. Una noche, despertaste y Scaramouche no estaba a tu lado. Pasaste años buscándolo, y nunca lograste localizarlo.

Algunos años después, tu padre organizó una reunión, a la cual asistieron los reyes y herederos del trono de cada reino. La idea era formar una alianza con cada reino, y así olvidar las indiferencias para no provocar alguna guerra. En el momento en que llegó el turno del reino Adarlan, tú estabas algo lejos de tu padre, ya que necesitaban espacio. Diste media vuelta para irte, pero a ultimo segundo te detuviste al oír una voz que estaba “presentándose” ante tu padre.

“…Un gusto, soy el príncipe Scaramouche. Próximo heredero del trono del reino Adarlan.”

No debiste haber volteado, no era necesario, pero lo hiciste de todas formas. Te encontraste con un rostro algo familiar, aunque tan distinto.. aún así, jamás olvidarías aquellos ojos.

Scaramouche, entonces, estaba haciendo una pequeña reverencia en señal de respeto a tu padre. Cuando se encontró con tus ojos, el mundo se detuvo para él. Estabas precios@, igual que la última vez que te vio. Fue el primer y único pensamiento que se le pasó por la cabeza en el momento en que hicieron contacto visual.