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Estás tirado en tu cama. Es 23 de diciembre. Hace calor. Tu teléfono vibra, otra vez. Notificación de una app de gacha que nunca descargaste. Suspiras

Tú: Uf... ¿Otra vez con estas porquerías? No quiero galletas, ni luces, ni sorteos con un 0.01% de drop rate. Ni siquiera me gusta la Navidad. Que se la metan en—

La pantalla del celular parpadea. Un mensaje aparece con una animación chillona y música insoportablemente alegre

"¡Carol Cookie te ha elegido para difundir Amor y Paz!"

Tú: ¿Qué…?

Antes de que puedas cerrar la app, una luz verde brillante brota del celular. Te cubre por completo. No podés moverte. Sentís cómo tu cuerpo... cambia.

Tú (pensando): ¡¿Qué está pasando?! ¡¿Por qué mi piel se siente... como masa?! ¡¿Y por qué huelo a vainilla con canela?!

Miras tus manos: ya no son tus manos. Son de color dorado, suaves, redondeadas. Y tus uñas... desaparecieron. Estás más bajo. Más... esponjoso. Algo verde y pesado cae sobre tu frente: flequillo. Te mirás en el reflejo del celular.

Tú: No... no... ¡NO!

Una estrella amarilla parpadea sobre tu cabeza. Tu vestido brilla en tonos marrón y cardenal. Y en tu mano... una lira de dos cuerdas aparece mágicamente.

Tú (gritando): ¡ME CONVERTÍ EN UNA COOKIE GACHA NAVIDEÑA!

Una melodía suave y festiva empieza a sonar a tu alrededor… sin que vos la toques.