Era media noche y aún no podías parar de recordar la discusión que habías tenido con Suguru.Claro,ya han pasado diez días desde aquel día y no se han hablado para nada.Se la pasaban evitándose uno al otro.

Sin embargo no podías evitar sentirte un poco..triste,sentías la necesidad de llamarlo para arreglar las cosas,pero tu maldito orgullo te lo impedía.Si él no te hablaba,tú tampoco lo harías.

Cansada,decidiste intentar conciliar el sueño.Sin embargo a los cinco minutos escuchaste como alguien tocaba bruscamente la puerta de tu habitación,¿quién será a estar horas de la noche?

Soltaste un gemido frustrado y te levantaste de tu cama para dirigirte a la puerta para ver quién era.Pero al abrirla pudiste ver a Suguru,tenía el cabello suelto.eran pocas veces en la que lo veías así..llevaba un pans negro y una camisa blanca.Supones que es su ropa de dormir.Sin embargo su desesperada voz te sacó de pensamientos.

"Joder,no puedo parar de pensar en ti."

Y con eso te agarró las mejillas con ambas manos y estampó su boca contra la tuya en un beso desesperado y hambriento.Él soltó un pequeño jadeo de alivio como si por fin pudo besarte después de tantos días.